SILENCIO


Hay silencios que no dejar vivir y otros que matan
Suena tan fuerte que calla
En su susurro lo escucha el alma.
El silencio mira, observa y llora
Reprime y siente, también ahoga.
Es añoranza, es sufrimiento, es dolor,
Es escapar, soñar despierto
Es un suspiro del corazón.
Amor no temas, no calles ¡grita!
Tu mirada es más brillante,                                
cuando el silencio agoniza.
Suena de fondo una cuerda
Entonando una canción,
Es música, es armonía
Son palabras, es amor
Amor no temas nunca, ¡habla!
Que la escucha, siempre es mi alma.                      
                                                                                                            

LUNA DE PLACER



Embrujo de luna llena
 
Entre tinieblas de noche
Luna de placer despierta
Dos cuerpos entrelazados
Ilustrando sus siluetas.
Una hoguera alimentada
De locura, de arrebato
Tan ardiente como el sol
Luciendo su mejor sayo
Luna de placer ¡despierta!
Que un lucero está brillando
Por el calor que desprenden
Dos cuerpos entrelazados.

EN EL CORAZON ME QUEDA

   Era un día tan soleado, que ni siquiera podía imaginar que el dulce canto de un pajarillo me haría estremecer al escuchar lo que aquel quería decirme.     En ese instante, mi mente comenzó a viajar años atrás. Llegué a mi infancia y como si estuviese viviendo ese momento, me vi corretear por las calles de Pozo Cañada, un pequeño pueblecito dibujado en los Llanos de La Mancha. Allí pasaba los periodos vacacionales con mis abuelos maternos, hijos del pueblo y siempre amantes de su tierra a pesar de la lejanía en la que residían.


SUSURROS

 
Hay palabras que no hace falta gritar
Veneré el susurro de tu sonrisa fresca
Bajo el claro reflejo del mar en tus ojos
Sereno, encandilado por el sol de tus cabellos
En aquel atardecer apacible y hermoso
El susurro de tus manos acalló mis sentidos
Como primavera que florece entre campos
Disipando el recuerdo del invierno que ha sido
Trazando surcos sobre salvajes arados
Palabras que enmudecen silencios entre dos                          
Susurros que adormecen el grito de tu  voz